La reputación
La reputación empresarial se refiere a la percepción general que tienen los clientes, empleados, proveedores, accionistas y otros grupos de interés sobre una empresa. Se trata de la evaluación que se hace de la calidad de los productos o servicios, la responsabilidad social corporativa, el liderazgo, la ética empresarial, la gestión financiera y otros aspectos importantes de una empresa.
La reputación empresarial puede ser afectada por una variedad de factores, incluyendo las acciones de la empresa y de sus líderes, el desempeño financiero, la calidad de los productos o servicios, las relaciones con los clientes y proveedores, la cultura empresarial, entre otros.
Entre los elementos que componen la reputación empresarial, se pueden mencionar:
Calidad de los productos o servicios: la calidad y la confianza de los productos o servicios que ofrece la empresa.
Responsabilidad social corporativa: la capacidad de la empresa para actuar de manera ética y responsable, en relación con el medio ambiente, la sociedad y sus empleados.
Liderazgo: la habilidad de los líderes empresariales para tomar decisiones acertadas y guiar a la empresa hacia el éxito.
Ética empresarial: el compromiso de la empresa con altos estándares éticos y de integridad en todas sus operaciones y actividades.
Desempeño financiero: el éxito financiero de la empresa y su capacidad para generar beneficios sostenibles.
Cultura empresarial: los valores y las normas de comportamiento de la empresa, que influyen en la conducta de los empleados y en la toma de decisiones empresariales.
Comunicación: la habilidad de la empresa para comunicar de manera efectiva con sus clientes, empleados, proveedores y otros grupos de interés.
La reputación empresarial es un activo importante para cualquier empresa, ya que puede afectar la lealtad de los clientes, la capacidad para atraer y retener el talento, la relación con los proveedores y la capacidad para obtener financiación. Por esta razón, muchas empresas invierten recursos significativos en la gestión y protección de su reputación empresarial.
La reputación se construye con acciones transversales. Las políticas de RR.HH., calidad, satisfacción del cliente, responsabilidad social, imagen, comunicación, etc, alimentan este importantísimo activo.
Los que nos califican, lo hacen basándose en la percepción global que tienen de lo que hacemos y cómo. La coherencia de todas las actividades que realizamos interna y externamente, dan consistencia a nuestra reputación.
Explica tu misión y tus valores
Cuando nos relacionamos con una empresa, nos gusta saber que hay más allá del producto que consumimos.
Su misión y sus valores, nos aportan de entrada confianza y tranquilidad. Cuanto más compartamos esos valores, más predispuestos estaremos a interaccionar con ella.
Trabajadores satisfechos
Tener conflictos laborales, y trabajadores en condiciones de infelicidad, es terrible para nuestra reputación.
Los consumidores, también somos trabajadores. La sociedad en general es sensible a las condiciones laborales de las empresas, porque afectan a personas.
Fomenta la paz social, y la felicidad de tus trabajadores, y tu reputación crecerá exponencialmente.
Productos y servicios innovadores
Si los productos o servicios que produces, superan las expectativas de los consumidores, no tendrás clientes. Tendrás fans, y admiradores, que estarán pendientes de todo lo que hagas. Serán tus prescriptores, y sus opiniones facilitarán tus ventas.
Haz que tus productos y servicios sorprendan y emocionen.
«Tener buena reputación, además de ser rentable, es un orgullo.»
¡Empieza ya a trabajar en ella! Notarás como que tu empresa ha tomado vitaminas. Todo mejora cuando los que te observan reconocen tu comportamiento.
En O Castro Work, podemos ayudarte a mejorarla trabajando en políticas globales. Además de hacer las cosas muy bien, y generar felicidad en los grupos de interés, ¡Hay que contarlo!
¿Cómo se mide la reputación?
Existe un único método, aunque se articula de muchas formas. ¡Preguntando! Se puede preguntar de mil formas, mediante encuestas, entrevistas, empresas de análisis de posicionamiento, etc.
¿A quien se pregunta? A los grupos de interés que la empresa tenga establecidos. Trabajadores, proveedores, clientes, competidores, reguladores, etc.
Preguntas frecuentes
Es la opinión que los grupos de interés tienen de la empresa. Al igual que con las personas, en función de su comportamiento y la imagen que proyectan, inspiran más o menos confianza.
La opinión que los grupos de interés tengan de la empresa, va a condicionar su comportamiento con respecto a ella. Los consumidores estarán dispuestos a pagar más por sus productos o servicios si consideran que es fiable y que tiene un comportamiento ético y responsable. Las entidades de crédito la van a financiar según su historial de pagos y su trayectoria de seriedad y solvencia. Y así sucesivamente con todos los grupos que se relacionen con ella.
En realidad es una de las cosas más difíciles de conseguir. Se tarda mucho tiempo en ganar una buena reputación, y es tremendamente fácil perderla.
Los grupos de interés, son por lo general desconfiados. Observan todos los comportamientos de la empresa a lo largo de largos períodos de tiempo y se van formando una opinión positiva si estos son acordes con las expectativas de conducta que ellos esperan. En ocasiones un comportamiento irresponsable puntual, es suficiente para perder la buena reputación invalidando todas las acciones positivas.
Las empresas deben promover siempre la ejemplaridad y la responsabilidad en todo lo que hacen. Cuando se simulan comportamientos, por ejemplo explicitándolos en la memoria de responsabilidad social, pero las acciones estratégicas buscan la rentabilidad por encima de todo, los grupos de interés terminan dándose cuenta y la empresa deja de ser creíble.