Misión y visión
Define quien eres y a dónde vas
Tener la misión y visión definidas y explicitadas, genera confianza. Tanto a nivel interno como a nivel externo. Es un requisito de muchas empresas con sus proveedores.
Definir la misión es mucho más fácil de lo que puede parecer. Básicamente, porque en las empresas que están en funcionamiento, ya existe. Nuestro trabajo consiste en ayudarte a escribirla y a comunicarla. La comunicación es fundamental para que resulte útil, y a veces es necesario empezar con un análisis de la comunicación en la empresa.
La visión es algo más complicado. En muchas ocasiones porque no existe, o porque la que existe no es válida. En otras, porque no está alineada ni con la misión ni con los valores, y eso confunde interna y externamente. Definir la visión, requiere un ejercicio de abstracción importante y bastante generosidad por parte de los que participan. Claro que una vez que se logra, es el mejor catalizador de políticas y estrategias con el que podemos contar. Saber hacia dónde vamos, facilita todas las decisiones que se toman en una organización.
Os dejo un video, que explica el camino desde la visión al plan estratégico.
¿Cómo lo hacemos?
Existe abundante documentación al respecto, que cualquiera puede consultar en internet. Os llamará la atención, que en una buena parte de los casos, se recomienda empezar definiendo la visión, y llegar a la misión por aglutinación de conclusiones. Es un criterio muy respetable, aunque en O Castro Work, pensamos que hacerlo así puede llegar a ser traumático. Y únicamente lo recomendamos, cuando lo que se pretende es romper con todo lo que existe y empezar de cero. O cuando averiguar cuál es la misión actual resulta imposible, o los miembros del equipo directivo no se ponen de acuerdo.
Empezamos con el mapa de grupos de interés.
Hemos de documentar esta información de forma concienzuda. Primero evitando que nos olvidemos de alguno, porque luego será muy costoso introducirlo en los resultados. Luego obteniendo todos los datos que estén a nuestro alcance, para tener un conocimiento muy preciso de cada uno.
Esta información es clave para la empresa. Nos será de gran utilidad a la hora de definir la estrategia. Pero, de momento estamos en la visión y el ejercicio es otro. Una vez identificados, tendremos que construir la matriz de influencia, como se describe en el siguiente esquema.
Promotores: Con interés y mucho poder La estrategia con ellos será involucrarlos lo máximo posible y mantenerlos satisfechos.
Latentes: Con mucho poder y menos interés. Es el grupo más crítico, a los que tenemos que involucrar, ya que pueden hacer que el proyecto peligre.
Apáticos: Con poco poder y poco interés. Nos dedicaremos a monitorizarlo, por si cambian de estatus.
Defensores: Tienen mucho interés, pero poco poder. Podemos obtener de ellos valiosa información y serán recomendadores. Mantenerles informados.
El siguiente paso consiste en hacer un ejercicio interpretativo por parte de cada uno de los miembros del grupo. Hemos de ponernos en la piel de cada uno de los grupos que hemos definido, y pensar como lo harían ellos. Hacerlo así, nos ahorrará disgustos cuando finalicemos, porque habremos contemplado todas las variables que van a influir en la visión.
Suele ser una buena idea, invitar a personas de los grupos de interés a participar en alguna de las sesiones de trabajo.
¡Una vez hecho esto, simplemente nos queda ponernos de acuerdo en el redactado, y listo!!! Ya tenemos la misión y visión definidas. A partir de ese momento, podemos hacerla pública y explicarla a nuestros grupos de interés.
Misión visión y valores de una empresa
Una vez sabemos a dónde vamos (misión), y como lo vamos a hacer (visión), únicamente nos falta delimitar que valores incorporamos en el proceso. Los valores de una organización, no distan mucho de los que tenemos a nivel personal, y han de formar parte de los comportamientos de la empresa con los stakeholders. Ello impedirá que podamos conseguir la visión con un comportamiento irresponsable y será fundamental para afianzar una buena reputación.
Preguntas frecuentes
Visión y estrategia están íntimamente ligados. Es imprescindible tener claro dónde queremos ir y como nos vemos en el futuro, para decidir como vamos a conseguirlo.
Además, no vamos solos hacia ese futuro. Lo hacemos en conjunción con los grupos de interés, que tienen que conocer la visión para involucrarse en su consecución. Cuanta más información tengan, más involucrados estarán y más confianza tendrán en el proyecto.
Tener la visión definida y explicitada, es un mensaje muy fuerte de cara a los stakeholders, que tenemos que aprovechar.
NO, en absoluto. Lo difícil es que una empresa pueda sobrevivir sin ella.
Si los implicados son disciplinados y están tranquilos y motivados, lo pueden conseguir en una jornada de trabajo. Es conveniente que alguien se encargue de escribir y sistematizar todo lo que se vaya trabajando. Y que luego se encargue del redactado final.
Si los directivos no tienen experiencia, es conveniente contar con ayuda externa. Es un pequeño gasto que se puede rentabilizar con ahorro de tiempo y frustración.
Cuando trabajamos la estrategia empresarial, asignamos recursos. Los recursos son escasos y deben ser utilizados de la manera más eficiente posible.
Los promotores y los latentes deberán ser los principales destinatarios de los recursos que utilizaremos.
Es por tanto necesario saber la importancia que tiene cada grupo en el retorno de la inversión que vamos a hacer en cada uno de ellos.